Dermatología Pediátrica

Muchas enfermedades dermatológicas se presenta de forma diferente en el recién nacidos, lactantes y niños mayores. Algunas enfermedades son exclusivas de la infancia.
La obtención de los antecedentes y el examen en los niños es diferentes y por lo tanto requiere diferentes aproximaciones comparado con los adultos.
Algunos procedimientos dermatológicos pueden realizarse con una planificación correcta y adecuada para la edad del pacientes y por ejemplo, las biopsia necesarias no deberían evitarse por un tema de edad.
Recordemos que los recién nacidos y lactantes tienen más riesgo de toxicidad por sustancias aplicadas en su piel y que niños con alteración en la barrera de la piel están en más riesgo aun.

Manchas en la Piel

Las manchas en la piel de los niños se diferencian dependiendo del tipo y del color. Existen manchas de color blanquecino (hipocrómicas), de color café (mancha café con leche), de color azul-violáceo (ej. Mancha mongólica) o rojizas (ej. Nevus flameus). Cada una de estas manchas tiene diferente significado y dependiendo del contexto requieren manejo especial, por eso lo que se sugiere realizar por lo menos un control con dermatólogo para definir el diagnóstico preciso.

Hemangioma

Los hemangiomas infantiles son el tumor benigno mas común en la infancia, se presenta en aproximadamente 4% de todos los niños al año de edad. En general presentan una fase de proliferación seguida de una fase de involución más lenta. Se más frecuentes en mujeres, recién nacido prematuros, especialmente en aquellos que pesan menos 2500 gramos al nacer, nacidos de embarazos múltiples y en hijos de madres mayores de 30 años.

Dermatitis Atópica

– Es una enfermedad crónica de la piel recurrente que se manifiesta principalmente en la época de lactante e infancia. Se asocia frecuentemente a alteraciones en la función de barrera de la piel, piel sensibilizada y a infecciones recurrente. No existe un características exclusivas de la dermatitis atópica o un test especifico para hacer el diagnóstico.

– El diagnóstico se basa en la presencia de una serie de hallazgos clínicos dentro de los cuales se encuentran: inflamación de la piel (dermatitis) con una forma y patrón característico para la edad, compromiso de cara y de zonas extensoras en lactante y zonas flexoras en niños asociados a prurito (picazón) y gratage (rascado).